Y llegó un nuevo Domingo de Pasión, el olor a primavera rondaba las calles en un día con el sol reluciente. Fiel a su cita anual, el pregón de la Semana Santa de Pedrera, ha anunciado la llegada inminente de la Semana Grande, “una semana que cura el alma”, tal y como anunciaba Nazaret Pareja, pregonera del pasado año.

 

El Teatro Municipal estaba preparado, para que las hojas del pregón de Jesús Jiménez se abrieran. Pero antes, como manda la tradición, la pregonera saliente dedicó unas palabras al pregonero y a los cofrades en un escenario ataviado para la ocasión.

 

“Tuya es la palabra pregonero”, sentenciaba Nazaret, mientras Jesús ya se acercaba al atril y abría el libro de sus sueños para pronunciar unas palabras que pasarán a ser eternas. En presencia de los hermanos y hermanas mayores de las hermandades y cofradías locales, Juan Pareja, Alicia María Humanes, Eugenio Parejas y Manuel Borga, además de la Alcaldesa en funciones y concejala de cultura, Dolores Gordillo, el pregonero de 2024 iniciaba un discurso inspirado en cada momento de su vida. “Mi pregón es esa estampita en la habitación de un hospital”, comenzaba.

 

El Pregón que ha pronunciado Jesús tiene mucho de esa Semana Santa sencilla, de las “tertulias interminables en los cuartelillos”, y salpicada de reivindicaciones propias. “Siempre quise que fuera un pregón sencillo de entender, porque quería hacer un pregón para el pueblo. Para todos aquellos que solo sienten su Semana Santa”, señalaba.

 

Jesús ha hilvanado el texto con un estilo propio, personal, joven y fresco, recorriendo todos los rincones de su Semana Santa, la de Pedrera, a través de versos sin estridencias, íntimos y llenos de recuerdos.

 

La Semana Santa de Jesús marcada por “el veneno cofrade” que le inculcaron desde niño, con un recuerdo especial a los que faltan y le ven desde el cielo. El pregonero usaba sus vivencias para llevar de la mano a los oyentes por los pasajes de la Semana Santa de Pedrera que en menos de 6 días se hará realidad. “Domingo de Ramos. Una nueva oportunidad. Una nueva ilusión. Un nuevo comienzo”, señalaba.

 

En el tramo final, Jesús dedicó un momento a señalar los 7 puñales que, al igual que a la Virgen de los Dolores, atraviesan su corazón. Una serie de reivindicaciones que para él mejorarían la Semana Santa de Pedrera como por ejemplo que en la fachada del Ayuntamiento no se coloquen faldones, la ausencia de un Consejo de Hermandades o Carrera Oficial.

 

Cuando su recorrido llegaba a su fin recordaba la importancia de comprometerse con lo local, con la Semana Santa de Pedrera, “que nosotros somos Pedrera (…) que esto es lo nuestro, que esto es lo de nuestros antepasados, que revivamos lo que contaban nuestros abuelos”. Y con un “a volar” se zanjó el discurso que todos los presentes aclamaron con un gran aplauso.